Existe en la actualidad una preocupación creciente hacia el cuidado del medio ambiente y una evidente tendencia hacia el consumo de productos eco-friendly. ¿No se han percatado de cómo en estos últimos años han ido apareciendo en las estanterías de los supermercados una mayor cantidad de productos que dicen ser amigables con el medio ambiente?

Y es que grandes empresas han hecho mayores esfuerzos en producir este tipo de productos, o de adaptar los ya existentes a esta nueva tendencia. Lo anterior propicia el desarrollo y fortalecimiento de un nuevo sector dentro de la industria alimentaria, el cual a su vez es (y será cada vez más) una fuente de nuevos empleos. Nada mal para lo tiempos que corren. 😀

Se prevee además que (al menos) en la Unión Europea, el mercado de productos ecológicos aumente a un ritmo de entre el 10% y el 15% de aquí hasta el 2020, proyecciones más que positivas considerando los momentos de crisis que han hecho disminuir su facturación y considerando además que estos productos pueden costar hasta 4 veces más producirlos. A la cabeza de los países consumidores de este tipo de producto están Alemania y Francia, contando por su parte España con la mayor superficie dedicada a la agricultura ecológica. Visto lo anterior, se trata definitivamente de un mercado con futuro en el que todos saldremos ganando: mayor inversión, mayor productividad y competitividad, mejores precios y… más consumidores! 😉

Pero y… ¿Cómo es esta tendencia hacia la compra de productos ecólogicos? ¿Crece a la misma velocidad en todas partes del mundo?

Desde el año 2006, la ImagePower Green Brands Survey, conducida por Penn Schoen Berland and Landor Associates, ha medido las percepciones que tienen los consumidores acerca de las marcas «verdes» y los esfuerzos que realizan las empresas por adaptarse a esta tendencia ecológica. Este estudio se ha realizado entre más de 35.000 consumidores en ocho países: Estados Unidos, Reino Unido, China, Brasil, India, Alemania, Francia y Australia; encontrándose lo siguiente:

• Más del 60% de los consumidores de todo el mundo prefiere comprar productos de compañías responsables con el medio ambiente y que respetan el entorno.
• En países con complicadas situaciones ambientales, se observa una mayor concientización al respecto, lo cual se evidencia en un 90% de encuestados dispuestos a gastar más en este tipo de productos. Tales casos se dan en Brasil y la India. Por otra parte, la otra cara de la moneda es el Reino Unido, con un 40% que no esta dispuesto a pagar más por un producto solo porque este sea «verde».
• Una tercera parte de los consumidores cree importante esta concientización de las empresas con el medio ambiente, aunque siguen dando mayor importancia a otros atributos como trato al cliente o confianza que transmite la marca. Por su parte las empresas están conscientes de la clara evaluación positiva que tendrá de su imagen el hecho de ser «eco friendly»  y que este atributo las puede hacer resaltar frente al resto de compañías.
• Las industrias mejor evaluadas en cuanto al cuidado del medio ambiente son: para australianos y americanos son las energéticas; para alemanes, indios, chinos y brasileros son las tecnológicas mientras que para los ingleses las mejores son las alimenticias.
•  A la hora de comprar productos ecológicos, para los europeos los principales ganchos son lo consolidada que este la marca en el mercado y el packing, es decir, el material usado para hacer el envoltorio.Por otra parte, en los países en vías de desarrollo lo que más cuenta a la hora de decantarse por un producto ecológico son los anuncios en la televisión.
• Todos los países encuestados están convencidos de que el gobierno debe regular medidas ecológicas para las empresas.

En líneas generales en lo que respecta a la intención de compra de estos productos, los 4 aspectos a tener en cuenta son:

1. El hecho de que un producto sea verde, es un atributo valorado más no crítico a la hora de decantarse por él.
2. El precio debe ser asequible, y tener en cuenta que cualquier aumento en él incidirá notablemente en la intención de compra del producto.
3. El ser «verde»o «ecológico» es una reputación que debe ser construída en base a operaciones como ahorro de energía o productos, es decir, no es algo que se gana de la noche a la mañana.
4. La publicidad emerge como un factor clave para explicarle a los consumidores la importancia de este tipo de productos y si se quiere, justificar el porque su precio podría ser un poco más elevado.

Para finalizar, tenemos algunos ejemplos de los principales enfoques que se le ha dado a la palabra «ecológico» en la industria alimenticia.

A)  A nivel de packing: que éste sea reciclable o hecho a base de materiales biodegradables. Por ejemplo, tenemos la propuesta de Coca Cola: