Mundial de Fútbol vs. Medio Ambiente: van a penalties?

Llegó el día. Hoy finaliza el Mundial de Brasil 2014, un evento que será recordado como el Mundial de Fútbol con el mayor impacto ambiental de la historia. Y es que, a toda la polémica social en la que se ha visto involucrada la puesta en marcha de este evento, también hay que añadir la polémica ambiental, suscitada por una serie de hechos que nos hacen cuestionar la naturaleza de este tan comentado impacto.

Dos ríos: el Amazonas y uno de coches. CO2: Las dos caras de la moneda.

Dos ríos: el Amazonas y uno de coches. CO2: Las dos caras de la moneda.

Gobierno y organizadores nos hablan de un impacto positivo, mientras que muchas otras voces nos dicen todo lo contrario…. Sin ánimos de banalizar las protestas sociales, aquí va otra de las caras que nos ha presentado este mundial que hoy en algunas horas, pasará a ser historia.

Para empezar, hay que mencionar uno de los primeros aspectos evaluados en la planificación de este mundial «verde»: la emisión de gases de efecto invernadero. Se tenía previsto que se iban a generar emisiones de CO2 equivalentes al producido (según estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) por más de medio millón de coches en un año, es decir, unas 3 millones de toneladas métricas!

La cantidad de este gas sería casi 13 veces mayor que la generada en Alemania 2006 y cerca del doble del generado en Sudáfrica 2006. Los desplazamientos supondrán casi el 85% de dichas emisiones totales generadas en el torneo, según la FIFA, quedando la energía para los estadios, la comida, la generación de residuos y las construcciones temporales con el resto de dichas emisiones. Además, se sabe que en un partido de liga se generan entre 5 y 10 toneladas de basura, pueden producirse unas 500 toneladas de CO2 y pueden consumirse hasta 3 millones de kw/h de energía, es decir, el equivalente al abastecimiento promedio de 700 casas en Europa!

Otro impacto ecológico llamativo es la ubicación del Arena Amazonia, un estadio en plena selva, en una de las zonas más delicadas del planeta. Las críticas han venido no solo por el excesivo gasto económico, estimado en unos 240 millones de euros, unos 30 millones de euros más de lo presupuestado, sino también por el hecho de que el estadio en cuestión sería más que infrautilizado, debido a su excesiva capacidad y a los pocos partidos que se darían lugar en él, partidos que dicho sea de paso, solo se darían en el transcurso del Mundial.

Muchos se preguntan para que se utilizará después este estadio. Por ahí se habla de que será convertido en una gran cárcel, pero más allá de esto está la interrogante más grande:  ¿valía la pena una construcción tan alejada de todo y con semejante riesgo ambiental?

¿Sólo 4 partidos justifican tanta inversión y tanto riesgo?

¿Sólo 4 partidos justifican tanta inversión y tanto riesgo?

La organización también ha recibido críticas por la construcción precipitada y sin criterios de sostenibilidad y de recuperación posterior de los recursos. Por ejemplo, no queda claro si se aprovecharán tras el Mundial las instalaciones de energías renovables desarrolladas para la ocasión.

Pero, como en todo, siempre está el lado positivo…

Hay que  ver siempre los dos lados de la moneda, y para ello, veamos lo que la FIFA y las autoridades brasileñas han destacado como las medidas aprobadas para conseguir un Mundial «verde»:

1. La puesta en marcha del sistema de créditos de carbono para compensar las emisiones de CO2 producidas en el Mundial. Este sistema, aprobado por Naciones Unidas, consiste en «comprar» una determinada cantidad de CO2 emitido para posibilitar iniciativas que lo contrarrestan, como plantar árboles. Las empresas adheridas pueden darse a conocer como patrocinadores «verdes» del Mundial.

Mercado de bonos de créditos de Carbono.

Mercado de bonos de créditos de Carbono.

¿Cómo se gestionan estos créditos de carbono?

Primero hay que decir que estos créditos son las Reducciones Certificadas de Emisiones de Gases Efecto Invernadero o CERs, por su sigla en inglés Certified Emission Reductions. El CER es la unidad que corresponde a una tonelada métrica de dióxido de carbono equivalente. Los CERs se generan en la etapa de ejecución del proyecto; y se extienden una vez acreditada dicha reducción. Son créditos que se transan en el Mercado del Carbono. Para cumplir con sus metas de reducción de emisiones, los países desarrollados pueden financiar proyectos de captura o abatimiento de estos gases en otras naciones -principalmente en vías de desarrollo-, acreditando tales disminuciones como si hubiesen sido hechas en territorio propio, abaratando significativamente los costos de cumplimiento.

Ello significa que por ejemplo una empresa de Brasil que disminuye sus emisiones de CO2, de manera VOLUNTARIA, puede vender esta reducción a empresas de países desarrollados que estén obligadas a bajar sus emisiones de GEI generando beneficios tanto económicos como ambientales. El mercado de carbono se viene desarrollando a nivel mundial desde 1996, pero sólo en los últimos años adquirió mayor fuerza. Durante el año 2002, se estimaron transacciones cercanas a 70 millones de toneladas, en tanto que durante el año 2006, dentro del Mecanismo de Desarrollo Limpio, se transaron bonos equivalentes a 522 millones de toneladas.

2. Se ha aprobado una nueva ley ambiental para mejorar la gestión de los residuos y aumentar las tasas de reciclaje utilizando además desempleados locales.

3. Se ha fomentado la venta de productos ecológicos y locales durante los partidos.

4. La FIFA, junto al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), han creado un «pasaporte verde». Mediante esta aplicación, los viajeros que lleguen a Brasil pueden saber cómo reducir su impacto ambiental.

De cuando el gobierno de Brasil y la PNUMA, lanzaron la iniciativa del «pasaporte verde», bajo la sombra del Cristo Redentor de Río de Janeiro.

A pesar de estas medidas que exponen los organizadores, continúan las criticas de parte de expertos y sectores ambientalistas por su escasa repercusión real,  por la falta de datos oficiales y porque se sospecha que todas esas medidas no obedecen más que a un intento de lavar la imagen de tanta polémica. Sin embargo, hay una medida que es positiva sin duda alguna, y que tiene que ver con la construcción de sus estadios:

Se sabe que el Maracaná, el Mane Garrincha, el Minerão y el Pernambuco se alimentan de energía solar y que han recibido el certificado LEED, cuyas siglas son por Leadership in Energy and Environmental Design o Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental en español. También se han empleado materiales reciclados y sistemas para reutilizar el agua de lluvia. ¿Han notado en la publicidad que hay en cada partido, esas letras chinas que se ven entre los demás anunciantes?

Pues esas letras son por Yingli Solar, compañía china dedicada a las energías renovables que en la pasada cita mundialista, Sudáfrica 2010, suministró energía a los estadios de fútbol y que fue la responsable de fabricar los paneles solares para el estadio de  Maracaná. Además, tanto el emblemático estadio como el Mené garrincha fueron remodelados, y sus nuevos techos se fabricaron con plástico de alta tecnología y amigables con el medio ambiente.

En particular, el estadio Mane Garrincha, ahora tiene un techo  que absorbe y descompone la contaminación del aire. La cubierta reduce el calor interno, lo que evita el uso de aire acondicionado o cualquier otro tipo de ventilación artificial, permite un ahorro de energía sustancial y disminuye la producción de gases contaminantes que van a la atmósfera. Por otro lado, 1,500 paneles solares proveerán de energía al Maracaná de Río de Janeiro.

El estadio en Belo Horizonte y su infografía.

El estadio en Belo Horizonte y su infografía.

¿Abastecer una red eléctrica?

Por otra parte, el Estadio Mineirão ubicado en la ciudad sudoriental de Belo Horizonte, es el primer estadio de fútbol en Brasil en ser equipado con un techo de energía solar de una capacidad de 1,4 MW, operativos desde mayo de 2013 con vistas a la Copa Mundial de la FIFA 2014. El Mineirão fue inaugurado por primera vez en 1965 y fue sometido a profundas reformas para poder acogerse a las normas de la FIFA, teniendo actualmente una capacidad para 62.170 espectadores. El nuevo sistema solar de 12,5 millones de euros, proporciona la energía producida a la red eléctrica local en vez de directamente al estadio, generando suficiente energía como para satisfacer las necesidades de aproximadamente 900 hogares por año.

¿No esta mal no? Pero son estas modificaciones suficientes para compensar el daño ambiental? ¿Es crucial este abastecimiento a la red eléctrica? ¿Justifica esto la altísima inversión?

Ya hemos visto que se han hecho esfuerzos para integrar energías renovables en las operaciones de algunas de sus sedes para el mundial. Esto es muy bueno pero no suficiente. En eventos de gran escala uno de los mayores problemas es el manejo de los desechos y la verdad es que en la mayoría de los casos estos desechos terminan siendo basura. Entonces, ¿por qué  al menos no habilitar separadores de desechos en todos los grandes complejos deportivos del mundo? Sería una medida extraordinaria para el medio ambiente!  Ya la podrían ir pensando para las próximas Olimpíadas en el 2016, no?

Y ya que hablamos del medio ambiente… ¿Qué es el Fuleco? No podemos dejar de lado a la mascota del Mundial 2014, la cual simboliza esa buena voluntad para con el medio ambiente, que luego lamentablemente no se ha visto correspondida con la realidad. Fuleco, es un nombre que viene de unir las palabras fútbol y ecología, representa un armadillo de tres bandas. Este animal está incluido en la lista de especies amenazadas desde hace más de doce años y los expertos creen que si no se hace nada para su conservación, podría desaparecer en menos de 50 años.

Pocos saben que simboliza esta particular mascota. ¿Será recordada en un futuro como la de Italia 90 por ejemplo?

Pocos saben que simboliza esta particular mascota. ¿Será recordada en un futuro como la de Italia 90 por ejemplo?

Un mes antes de la celebración del Mundial, un grupo de científicos reclamó a la FIFA y al Gobierno brasileño diversas medidas y apoyo económico para luchar contra la extinción del «tatu-bola», como se le conoce popularmente. El Gobierno anunció la creación de dos áreas protegidas, pero el plan carece de financiación económica, una auténtica locura o hasta descaro sí se quiere, considerando como en otros casos hasta se salieron de un ya muy abultado presupuesto…

Lo positivo, es que gracias al acceso que hay hoy en día a la información, hemos visto como las redes sociales se han movilizado para llamar la atención de la responsable de Medio Ambiente del Gobierno brasileño mediante una petición en Change.org con la que se  han logrado reunir más de 100.000 firmas para lograr la protección real del armadillo.

Sin embargo, para muchos la gran pregunta sigue siendo: ¿Tendrán todas estas movilizaciones algún impacto verdadero? La respuesta podría ser que quizás no, y si lo tiene no será tangible a corto plazo. Sólo una cosa es segura: el mundo ha despertado, esta informado y ya los que de alguna manera tienen «la sartén agarrada por el mango» no están tan librados de dar explicaciones ni de hacer y deshacer a su antojo, como lamentablemente ocurría en otros tiempos.

Para cerrar, no podía hacerlo de otra manera que con el muy emblemático estadio de Maracaná, donde por cierto, se celebrará esa gran final entre Alemania y Argentina, que estoy segura, muchos de nosotros esperamos con ansias. 😉

El archiconocido estadio, sede de la gran final de este polémico mundial de Brasil 2014.

El archiconocido estadio, sede de la gran final de este polémico mundial de Brasil 2014.

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