Terrible título, lo sé. Cuesta mucho imaginar como una delicia como el chocolate puede estar relacionada con un virus tan terrible.

Costa de Marfil (ivory Coast) y Ghana en el «ojo de la tormenta»…

Para nadie es secreto que durante estas últimas semanas la palabra Ébola se ha convertido lamentablemente en una referencia común en todos los noticieros del mundo, llegando a ser seguramente el tema más comentado en las redes sociales a nivel mundial. Más allá del aterrador y obvio impacto que esta enfermedad representa, existen otras implicaciones que quizás pasan por debajo de la mesa, siendo una de ellas el chocolate.

Sí, el chocolate, cuya materia prima, el cacao, tiene como una de sus principales fuentes el continente africano, el más afectado por el ébola. En concreto, Ghana y Costa de Marfil, países que generan nada más y nada menos que el 60% de la producción de cacao a nivel mundial, encontrándose ambos además muy cerca de Liberia, Sierra Leona y Guinea, los países más afectados por el brote del mortal virus.

La epidemia de ébola, una enfermedad mortal altamente contagiosa que ha traspasado fronteras, causando cerca de 3 mil muertos de un total de 6 mil casos, afecta particularmente a Guinea y Liberia, dos países fronterizos con Costa de Marfil. La Organización Mundial de Salud (OMS) ha advertido que la epidemia vive un crecimiento “explosivo” y podría, si no se refuerzan los medios para combatirla, infectar hasta a 20 mil personas antes de Noviembre. A pesar de que hasta ahora no se ha reportado ningún caso de ébola en estos dos países productores de cacao, según recoge The Wall Street Journal, la frontera de Costa de Marfil con Liberia y Guinea está muy poco vigilada y esto aumenta el riesgo de contagio.

En lo que respecta al cacao, los expertos consideran que no es necesario que se dé una epidemia en los dos países productores para que se deterioren las exportaciones, ya que simplemente con que se activen protocolos de emergencia las ventas al exterior sufrirían grandes daños: el cacao se produce en Costa de Marfil en pequeñas plantaciones y los intermediarios recogen la cosecha haciendo múltiples paradas, llevando el grano a los puertos marítimos para su exportación. Los expertos destacan que las restricciones a los viajes y las cuarentenas podrían aislar a millones de granjeros, paralizando así las exportaciones del grano durante un tiempo imposible de estimar.

Mientras en Costa de Marfil se debe seguir con la maquinaria del cacao, en un país vecino se toman medidas de cuarentena…

Por otra parte, Octubre es un mes decisivo para el mercado del cacao, ya que es cuando tiene lugar el principio de la cosecha. Esto implica que cualquier perturbación en el transporte o cualquier falta de mano de obra en los dos principales productores mundiales podría hacer subir significativamente el precio de esta materia prima. Además, “muchos de los trabajadores que cosechan el cacao son inmigrantes de los países afectados y la oferta podría verse perturbada si esos inmigrantes estan ahí”, ha dicho Thomas Pugh, economista de la consultora londinense Capital Economics.

A pesar de que por el momento, Costa de Marfil no está afectada por la epidemia y ha cerrado sus fronteras con Guinea y Liberia, muchos analistas ven un escenario catastrófico para la producción y exportación del cacao en caso de que la enfermedad llegase a afectar al país. Edward George, director de análisis de materias primas en Ecobank explica como el sector está muy fragmentado, ya que existen miles de granjeros con parcelas de entre 1,5 y 2 hectáreas y como «incluso las compras están fragmentadas en individuos en motos, autos o camiones que adquieren el cacao a los productores, por lo que si la epidemia llegara a esta zona, habría que suspender todas estas compras» Además, según los analistas de Commerzbank, «Costa de Marfil reaccionaría sin ninguna duda al menor brote de la epidemia imponiendo toques de queda y cuarentenas, lo que perturbaría el transporte de granos de cacao desde las regiones rurales hasta los puertos”.

Si imaginamos un escenario en el que se suprime el 60% de la oferta mundial de cacao al principio de la temporada, parece lógico pensar y hasta vaticinar que los precios aumentarían espectacularmente. Ante estos temores, las tarifas ya incluyen una prima de riesgo que explica el reciente aumento de precios, los cuales podrían alcanzar el récord del 2011 cuando ocurrió la guerra civil en Costa de Marfil que causó verdaderos problemas en la oferta. En esta ocasión y según comentan muchos analistas, los precios podrían llegar a duplicarse.

Precios del cacao en ascenso…

Y por si fuera poco, apartando la enfermedad,  los expertos también están previendo una cosecha menor para el 2015. En este sentido, Ecobank -banco que opera en más de 36 países africanos- lanzó recientemente sus previsiones, reduciendo la cosecha de Costa de Marfil en más de un 8% interanual, estimando ahora que ésta alcanzará las 1,6 millones de toneladas métricas. El anuncio de la compañía generó una subida en los contratos de futuro de la materia de más de 3%. De lo anterior se puede deducir que así se dé un escenario en el que el brote de ébola se controle y no traspase las fronteras de Guinea y Liberia, el precio del cacao podría experimentar avances en el medio plazo.

Empresas chocolateras afectadas y acciones tomadas.

En cuanto a los principales empresas afectadas, se sabe que las acciones de Nestlé (uno de los principales productores de chocolate en el mundo) han caído durante las últimas semanas: desde el pasado 4 de septiembre sus títulos han cedido más de un 4%, lo que refleja que el mercado baraja, además de una desaceleración mundial, una posible subida del cacao que perjudicaría a la multinacional suiza. En relación con la amenaza al suministro mundial de cacao, la Fundación Mundial del Cacao (WCF, por sus siglas en inglés) ha lanzado la campaña Cocoa Industry Response to Ebola Initiative (Iniciativa de respuesta de la industria del cacao al ébola), que está recogiendo donaciones de Nestlé, Mars y otras 130 compañías miembros de la fundación.

La fundación se pone manos a la obra en la lucha contra el brote de Ebola.

Visto lo anterior en relación al ébola y al cacao, no queda más que estar atentos a los acontecimientos, y tener bien aprendida la lección: vivimos en un mundo interconectado, y lo que pasa en un lugar tarde o temprano nos termina afectando a todos, de alguna manera u otra. Lo lamentable e irreparable: las víctimas que se ha cobrado y que se sigue cobrando esta mortal enfermedad, que todos esperamos sea detenida de una vez por todas. Por último y no por eso menos importante, envío desde este mi humilde blog, mis respetos y admiración a todas esas personas que, incluso arriesgando sus vidas, se encuentran ahora mismo en la lucha contra esta terrible enfermedad. El mundo siempre tendrá una inmensa deuda con ellos, una deuda que va más allá de cualquier cálculo o proyección que se pueda realizar.