Especial San Valentín: Amor, Marie Curie y Don Draper…

Y hoy día de San Valentín, no voy a ser original y al igual que muchos publicaré un post dedicado a un día que genera las más diversas reacciones: muchos aprovechan para escaparse por ahí con su media naranja (o medio limón, como se quiera ver); otros tantos ven como una oda al consumismo por aquello de que el amor no se compra sino que se regala…

El gurú del marketing Don Draper...

El gurú del marketing Don Draper dice que el amor no existe…

Están también los más extremos que tienen una visión al más puro estilo Don Draper, ese despiadado publicista de la archiconocida (y excelente) serie Mad Men, que llegó a decir algo así como: «Lo que llamas amor fue inventado por tipos como yo para vender calcetines». ¿Un poco intenso no?

Lo cierto es que el primer Día de San Valentín oficial fue declarado el 14 de febrero de 496 por el papa Gelasio, en memoria al mártir del mismo nombre.  La historia cuenta que el emperador Claudio II había vetado el matrimonio porque pensaba que los hombres casados hacían malos soldados. Valentín, sin embargo, sostenía que el matrimonio era parte del plan de Dios para el mundo, así que desobedeció las órdenes y llegó a coordinar matrimonios en secreto.

Cuando Claudio lo descubrió, Valentín fue encarcelado y sentenciado a morir. Ahí fue donde se enamoró de la hija del carcelero y, cuando fue llevado a que lo ejecutaran el 14 de febrero, le envió una carta a su amada que firmó «de tu Valentín». Se dice que éste fue el origen de las tan afamadas tarjetas el día de San Valentín.

El martir San Valentín, murió enamorado y a causa del amor.

El martir San Valentín, murió enamorado y a causa del amor.

Aunque los primeros cristianos pudieron haber celebrado el Día de San Valentín, no fue sino hasta a partir de la Edad Media que se empezó a asociar con amor romántico e intercambio de regalos. La costumbre de enviar una tarjeta de papel a un ser amado ya se había establecido durante la Edad Media pero sólo se convirtió en un gran negocio en el siglo XIX, cuando la revolución industrial permitió la producción en serie de las tarjetas. Y así hasta nuestros días, donde ya no solo son tarjetas, sino flores, bombones, salidas y un largo etcétera que todos conocemos de sobra.

Pero, como siempre, el origen de todo esta nuevamente en… ¡La química! Así que ahora, nos centraremos en la ciencia del amor, tan íntimamente ligada tanto a la historia como al marketing.

Veamos como ocurre ésto, y como hasta (como dicen muchas canciones) se puede llegar a «morir de amor». 😉

Amor: cuestión de química.

El amor es producido por la interacción de diferentes sustancias: fenil etilamina (similar a la anfetamina), dopamina, testosterona,oxitocina, vasopresina, serotonina y endorfinas. ¿Vaya cóctel no? De hecho, un reciente meta-análisis realizado por la Universidad de Syracuse en Nueva York, revela que enamorarse no sólo puede provocar una sensación de euforia parecida a la vinculada al consumo de cocaína, sino que también afecta a las áreas intelectuales del cerebro. Además, se ha calculado que el fenómeno popularmente conocido como ‘flechazo’ tarda aproximadamente un quinto de segundo en surtir efecto.

Todo esto nos pasa cuando somos presa del amor...

Todo esto nos pasa cuando somos presa del amor…

Los resultados del referido análisis, publicado bajo el título «La Neuroimagen del Amor» en la revista Journal of Sexual Medicine, revelan que, cuando una persona se enamora, hasta 12 áreas del cerebro trabajan conjuntamente para liberar las sustancias químicas que inducen euforia, como la dopamina, la oxitocina, la vasopresina o la adrenalina. Por otra parte, «diferentes tipos de amor implican a distintas áreas cerebrales»: por ejemplo, el amor apasionado pone en acción a las zonas relacionadas con la recompensa y algunas funciones cognitivas superiores, como las que participan en la creación de metáforas y en la representación de la imagen corporal.

Entonces, vemos que es hasta erróneo dibujar un corazón como símbolo del amor, ya que… ¡Toda la acción ocurre en nuestro cerebro!  Aunque, el corazón no se salva del todo, ya que cuando se generan cascadas de neurotransmisores en ciertas zonas del cerebro el corazón se acelera y aparecen esa sensación de «mariposas en el estómago». Si alguna vez pasan por un mal momento amoroso, piensen en todos estos detalles científicos para aliviar ese «corazón roto» y quitarle peso al asunto. 😉

¿Y de verdad se puede «morir de amor»?

Sí. La explicación estaría en una afección, reconocida y descrita por médicos japoneses durante los años 90, llamada miocardiopatía de Takotsubo, también conocida como síndrome del corazón roto. Al mejor estilo Camilo Sesto.

Esta afección es un infarto agudo de miocardio causado por un alto nivel de estrés emocional, como el desencadenado por una ruptura amorosa o la muerte de un ser querido. También se ha registrado en casos de fuertes sorpresas y sobresaltos, fundamentalmente en mujeres luego de pasada la menopausia.

Aunque al realizar un electrocardiograma parezca un ataque al corazón normal, la miocardiopatía de Takotsubo no tiene nada que ver con el funcionamiento de las arterias sino que es un problema relacionado con el músculo cardíaco.

Suele presentarse luego de un evento traumático y en el 90% de los casos en mujeres post-menopáusicas con el sistema arterial completamente sano. Afortunadamente es una afección rara que solo representa entre un 1% y un 2% de los ataques cardíacos. De todas maneras, la moraleja en cualquier caso es que hay que tomarse las cosas con calma y como se dice coloquialmente, no tomarse todo tan a pecho.

Puro marketing, dirían algunos…

En 1916, una compañía llamada Hallmark Cards de Kansas City, Misuri, inició la producción en masa de «valentines», cambiando para siempre la naturaleza de la celebración en casi todo el mundo. Esta empresa es ahora parte de una industria que vende «sólo»más de 130 millones de tarjetas para el llamado día del amor y la amistad.

Y es que no cabe duda que más allá de que todos los días son buenos para amar, hoy en día, el festivo es un gran negocio global; particularmente en Estados Unidos. Según la Encuesta del Día de San Valentín de la Federación Nacional de Comercio, en EE.UU. se gastarán casi US$19 mil millones en regalos y tarjetas para conmemorar el día este año. Eso es un promedio de US$142,31 en caramelos, flores, ropa etc. por cada ciudadano que celebra el Día de San Valentín. ¿Vaya cifras no?

Números aparte y para cerrar, no podía dejar de recordar a una de las parejas más celebres de la ciencia: Jean y Marie Curie, quizás la pareja que mejor representa la fusión amor/química. Juntos estudiaron la radiactividad y descubrieron nuevos elementos químicos (radio y polonio); y juntos también recibieron el premio Nobel.

Aunque hay quienes ponen en duda el romanticismo de su relación, antes de contraer matrimonio, sin embargo, se sabe que Curie escribió una carta a una amiga de Varsovia diciendo: “Voy a casarme con el hombre del que te hablé el año pasado […] La suerte ha hecho que estemos profundamente próximos el uno del otro y que no podamos soportar la idea de separarnos”.

Amor y Química: Pierre y Marie Curie!

Y después de leer semejante frase de Marie Curie: ¿alguien puede seguir dudando que el amor existe? Sin más que agregar, espero que pasen un estupendo día de San Valentín (lo celebren o no) y un grandioso fin de semana lleno de amor, mucho amor! ¡Hasta la próxima!

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