¿Se imaginan un material que descomponga y hasta «devore» suciedad, mugre, moho, humo de cigarrillo y hollín? Pues ya no hay que imaginar tanto, porque esta maravilla es ya una realidad, y será la protagonista del post de hoy: el concreto fotocatalítico.
Todo viene de la remodelación del puente Sarajevo a cargo del estudio BCQ Arquitectura Barcelona, el cual incluirá hormigón con un aditivo, mezcla que constituye un material fotocatalítico, que funciona como una planta durante la fotosíntesis: consume el CO2 (dióxido de carbono), regenerando el aire alrededor del lugar en el que se encuentra.
Además, este puente tendrá en sus muros plantas trepadoras, su pavimento brillará en la oscuridad y contará con paneles solares que proporcionarán energía para aparatos de iluminación LED, es decir, diodos que emiten luz consumiendo muy poca energía. En pocas palabras, el puente será como una zona verde urbana más.
Y… ¿qué es exactamente esta fotocatálisis?
Según la última edición del diccionario de la Real Academia Española, es «el aumento de la velocidad de una reacción química por efecto de la luz o de otras formas de energía radiante«. Y, como se explica en el estudio «Concreto fotocatalítico autolimpiante» publicado en la Revista Internacional para la Investigación y el Desarrollo Científico en 2014, lo que ocurre es que «cuando materiales conocidos como fotocatalíticos absorben las radiaciones ultravioleta del sol, las sustancias contaminantes producidas por la actividad humana, se convierten en elementos inofensivos o inocuos«.

Analogía con la fotosíntesis. Mediante el empleo de radiación solar y catalizadores con el objeto de formar radicales hidroxilo y generar así un proceso de limpieza del aire circundante.
Es así como al utilizarse en el pavimento de alguna calle donde se origina polución, el proceso de fotocatálisis descompone elementos orgánicos como alergénicos, algas, bacterias y el óxido de nitrógeno producido por el combustible de los automóviles el cual, a su vez, contribuye a la formación de la archiconocida lluvia ácida.
Cabe destacar, que el concepto de fotocatálisis ya se conoce desde hace años, sin embargo, su uso en materiales cuyo componente principal es el cemento, es algo reciente.
Pros vs. Contras.
Por una parte, uno de los principales puntos fuertes es que el concreto que utiliza el proceso de fotocatálisis, no requiere de químicos nocivos para mantenerlo limpio. (Por esto se le conoce como «autolimpiante»). Además de este material, se han desarrollado vidrios y baldosas que utilizan reacciones de fotocatálisis.
En experimentos analizados por la Revista Internacional para la Investigación y el Desarrollo Científico, y por la Universidad Tecnológica de Eindhoven (Holanda), se habla además de una gran efectividad en lo que respecta a la mejora la calidad del aire en áreas contaminadas.
Por otra parte, uno de los puntos débiles de este proceso es la imposibilidad de este proceso para descomponer sustancias inorgánicas como manchas y óxido, explica en su sitio web la Sociedad del Concreto, en Inglaterra. También está el tema del costo, ya que el aditivo con el que se mezcla el hormigón haría que el material fuera aproximadamente un 15% más caro, esto según estimaciones de Toni Casamor, de BCQ Arquitectura Barcelona.
Para cerrar, cabe preguntarse: ¿Se usará algún día a gran escala este concreto modificado? ¿Veremos más aplicaciones de materiales fotocatalíticos? Esperemos que sí, y mientras nos llegan estas respuestas, dejo esta pequeña reflexión: La magia sí existe, y su verdadero nombre es QUÍMICA.
¡Hasta una próxima oportunidad!

