Geopolítica tóxica: Apocalipsis petrolero, un virus y una oportunidad verde.

«La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis donde nacen la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.» – Albert Einstein.

¡Vaya tiempos vivimos! Esto es lo primero que me vino a la mente a la hora de empezar este post. Una crisis sin precedentes (y la que se viene), que ha puesto, como nunca, al mundo en jaque y que ha afectado hasta al mal llamado oro negro, ese recurso tan preciado, siempre protagonista en el panorama internacional y que parecía la garantía de bonanza por excelencia.

Vemos ahora como Irak no puede permitirse pagar a millones de trabajadores ni pensionistas, los grandes planes de México para desarrollar el país se han visto frustrados, Ecuador esta recortando los salarios de los políticos, Venezuela ha tenido que pedir ayuda al (su otrora «archienemigo») FMI, Nigeria esta pidiendo un préstamo de emergencia de cerca de 7 billones de dólares y como otros grandes productores como Rusia, Arabia Saudí y USA, a pesar de tener un colchón financiero, también se han visto afectados por esta caída brutal de la demanda…

Países bendecidos por el recurso energético líder, cuyas economías dependían en alguna medida, y en algunos casos en su totalidad, del petróleo y que parecían contar con una fuente inagotable de recursos, ahora se las están viendo, paradójicamente, negras… Todo un escenario catastrófico que ni los más expertos vieron venir. Para más inri, veíamos en estos días lo que parecía ser la guinda del pastel cuando el precio del barril cayó por debajo de 0$ (¡¡lo nunca visto!!), significando esto que prácticamente los vendedores tenían que pagarle a los consumidores porque… ¿Qué hacer con el excedente? Se podría pensar que este exceso de petróleo es bueno y que quizás se podría «guardar» para más adelante, pero nada más alejado de la realidad. A no ser que la demanda aumente inesperadamente, todo este petróleo no tiene lugar a donde ir.

Estamos también viendo cuestionada, una vez más, la creencia de que ser energéticamente libre y dominante ofrece alguna garantía, ya que tanto una subida como una bajada excesiva del precio representan ambas un problema. En especial, el actual panorama ha incluso obligado a competidores naturales (Rusia y USA por ejemplo) a trabajar en conjunto.. ¿Independencia? No existe tal cosa, y menos en un mundo tan globalizado e interconectado como en el que vivimos. Esta pandemia lo ha puesto más que nunca en evidencia.

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Previsiones energéticas anteriores a la pandemia…

Pero como todo (o casi todo), esta debacle global tiene una contraparte positiva, ya que se abre una ventana para el mercado de las energías renovables. Si bien es cierto que los días del petróleo estaban contados antes de la pandemia, también lo estarán después. Las previsiones apuntan a que la demanda de petróleo continuará disminuyendo a medida que las energías renovables de bajo coste sigan impulsando la transición energética. Con la que esta cayendo (y nos va a caer), el factor económico, será más clave que nunca. 

Entonces, surge la pregunta: ¿Tendría sentido revivir una industria petrolera que se encuentra en su ocaso, para luego revivirla más adelante? En un panorama en el que muchos de los subsidios gubernamentales que sostenían la industria fósil podrían ahora ser destinados a de alguna manera reflotar la economía y garantizar el bienestar de los ciudadanos, quizás tendría muchísimo sentido invertir de otras formas el dinero a largo plazo. Es aquí donde la innovación y la investigación son vitales para mejorar tecnologías bajas en carbono y sobre todo reducir costes, en especial en sectores como la calefacción, el transporte, y en tecnologías como la del hidrógeno verde y el almacenamiento de energía

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No son tan distintos

Podríamos estar ante el momento ideal para crear o dar un mayor impulso a una transición energética que sea parte de una recuperación más amplia y por qué no, más «verde».  Sé que suena un poco hippie, pero tampoco es tan descabellado, y oye, le vendría muy bien al medio ambiente y, en consecuencia, a la humanidad. 

 

Para cerrar, dejo el escrito completo de Albert Einstein de donde saqué la gran frase con la que empiezo el artículo de hoy. Un texto maravilloso, siempre vigente y que espero sirva como pequeña reflexión y para levantar un poco el ánimo en estos tiempos tan difíciles.

Gracias por leerme y… ¡Hasta el próximo post! 🙂

2 comentarios en “Geopolítica tóxica: Apocalipsis petrolero, un virus y una oportunidad verde.

    • Muchas gracias Armando! 🙏🏻 y sí, soy de las que piensa que siempre hay que ser optimistas… lo último que debemos perder es la esperanza, aunque sea por salud mental! Esto aplica para todo. Mucho ánimo y un saludo 🙂

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