«Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros.»- Pedro Ruiz. 

Hoy Sábado amanecí con ganas de cine! No sé si es porque a uno le da por extrañar justo lo que no tiene o no puede hacer o porque todo lo que estamos viviendo parece una película… Al mismo tiempo volví a pensar lo de siempre: Encerrarse en una sala oscura, donde ni te puedes ir al baño porque te pierdes de cosas, no puedes pausar la peli como en casa, ni retrocederla si no pillaste algo… ¿Qué encanto le veremos a eso? Siempre que lo intento razonar me resulta hasta contradictorio que me guste tanto, pero es de esas cosas que son así porque sí. 

El cine y las palomitas se casaron por así decirlo en USA, aproximadamente entre 1929 y 1933, durante la época de la Gran Depresión. Entonces no existía internet, así que el cine se convirtió en la principal vía de escape ante tan triste panorama que se tenía esos días. Aparte de todo, la gente estaba tan empobrecida que los tradicionales caramelos quedaron de lado, ya que muchos ni siquiera podían permitírselos…  

Pero pronto surgió un sustituto perfecto: las palomitas. Estas eran elaboradas a partir de una materia prima muy abundante a la par de económica. Esto por supuesto dio lugar a una situación ganar/ganar en la que las personas podían tener un snack para acompañar sus pelis sin dejarse un ojo de la cara, mientras los que las comercializaban se llenaban los bolsillos. Hoy en día ocurre algo similar tanto con las ganancias como con el consumo de palomitas, con la diferencia de que hay más alternativas de aperitivos para comprar o incluso (que supuestamente no se debería) llevar al cine. Hay para todos los gustos y bolsillos.

Por otra parte, se tiene el concepto de palomitas como un snack natural y saludable que apenas tiene calorías… Nada más alejado de la realidad, al menos que las consumas de la única manera ligera y saludable que existe: al horno y sin aceite. ¿Naturales? Ya sabemos o imaginamos que no, y en el cine muchísimo menos. Aparte, hay unos cuantos compuestos que intervienen en ese olor y sabor tan asociado al Séptimo Arte, y que no hay que negarlo, tiene su encanto. Pero también tiene su lado oscuro.

¿Los malos de la película?

Veamos un poco los compuestos químicos responsables de ese olor y sabor tan adictivo de esos -simples granos de maíz- que acompañan nuestras pelis o series…

   -AROMA:

*El  2-furfuriltiol, que da un olor como a café tostado. Ay el café… definitivamente otro aroma irresistible.

*Los dienalaldehídos como el (E,E) 2,4-decadienal, presentes incluso en los humos de aceite de cocina, son subproductos cuyo uso esta restringido por la Union Europea, ya que pueden causar cáncer de pulmón. Ojo que las palomitas tienen cantidades muy pequeñas, pero ya saben que los desiertos están hechos de muchos granos de arena… Palabra clave: Moderación.

*La 2-acetilpiridina (metil-2-piridilcetona) y la 2-acetil-pirrolina. La primera da ese olor a tostado típico asociado a las tortas de pan (o tortillas en otros países) y la cerveza.  Se encuentra también en la malta y es un subproducto de la Reacción de Maillard, llamada por algunos (y de manera muy acertada) la reacción más deliciosa, clave en el formación de muchos sabores, olores como el del café, el pan, la pigmentación de alimentos como la carne y la cerveza, entre otros. En cuanto al segundo, se asocia al olor del pan blanco, variedades de arroz como el jazmín y el basmati, formándose  también por reacción de Maillard cuando el calor causa reacciones entre azúcares y aminoácidos presentes en los granos de maíz. Cabe destacar que los productos de esta reacción pueden ser beneficiosos o tóxicos dependiendo de como se procesen los alimentos.

   -SABOR:

Antes se utilizaba la 2,3-butanodiona para dar ese sabor tan popular a mantequilla de las palomitas, hasta que se descubrió que dañaba los pulmones (nada más y nada menos) de quienes las preparaban! Luego se sustituyó por  2,3-pentanodiona, curiosamente otra sustancia sospechosa de causar problemas similares.

Uno de estos problemas es el llamado Pulmón de palomitas de maíz, el cual origina una bronquitis que ocasiona una gran dificultad para respirar, que también se ha observado en fumadores de cigarrillos electrónicos. Aprovecho la oportunidad para decir que si fuman este tipo de cigarrillos creyendo que son menos perjudiciales, pues reconsidérenlo… Y por supuesto, si estaban buscando alguna otra razón para dejar de fumar, pues aquí la tienen. 

En cuanto a las palomitas dulces ocurre algo similar que con las clásicas, ya que se usan colorantes y/o recubrimientos de azúcar, que añaden glúcidos vacíos que entorpecen la absorción de los antioxidantes (polifenoles) que tienen las palomitas de forma natural. Además de que, como ya sabe, el exceso de azúcar puede causar distintas enfermedades tales como la obesidad y la diabetes.

Ojo, que esto no es solo cuestión de cine. Si estabas pensando llevarte las palomitas de bolsa ya hechas en el micro o comerlas solo cuando veas pelis en casa, ten lo siguiente en cuenta:

       Esa bolsa inofensiva de palomitas que nos preparamos en casa también tiene lo suyo… No es solo una cuestión de cine. Vía Revista del Consumidor. 

¿A qué ya no pensamos (tan) igual acerca de las palomitas de maíz? Como vemos, dependiendo de cómo se preparen, pueden no ser tan inofensivas. Nunca fue la intención de este post hacer una casi publicidad anti-palomitas ni soltar un regaño anti tabaco, ni mucho menos. Cuando empecé a escribirlo tenía solo un pensamiento en mente: ¡ir al cine! Luego se me fue un poco de las manos, pero bueno, espero que los datos que les di al menos sean de alguna utilidad. Y es que desde Cuestión de Química abordamos muchos temas pero también apostamos y promovemos de alguna manera los buenos hábitos y por supuesto, un estilo de vida healthy, dicho así para ponerle el toque Spanglish a todo este asunto, y… ¡porque sí! jajaja

Como idea final, decir que siempre he pensado que mientras mejor informados estemos, mejores decisiones podremos tomar o al menos estaremos más conscientes de las consecuencias de lo que sea que elijamos. Esto no solo para las palomitas, sino para la vida misma.

Y ya basta que me pongo filosófica, cuidado y hasta esotérica (jajaja) como en el post anterior. Por último, solo me resta decir: consuman palomitas con moderación y …. ¡NO fumen! 

Gracias por leerme y… ¡Hasta la próxima!