“No sigas el sendero. Dirígete en cambio a donde no hay sendero y deja una huella”. – Ralph Waldo Emerson

Hoy 6 de Enero, llegan Baltasar, Gaspar y Melchor y con ellos la última gran comilona de la temporada navideña y los tan esperados regalos, esos que nos hacen tan felices y que están inspirados en los protagonistas del post de hoy. Sin más preámbulos y con esta pequeña curiosidad que ven a continuación damos inicio a este místico, químico y hasta cósmico recorrido de hoy…

Empecemos con el más costoso y quizás más especial…

Oro:

Fue entregado por Baltasar como símbolo de realeza, ya que desde tiempos inmemoriales el oro siempre ha sido entregado como obsequio a los grandes monarcas. Mucho se ha escrito en cuanto a este metal y sigue siendo tan apreciado hoy como lo era en aquel entonces.

Dicho esto, veamos un poco acerca de este metal de transición y algunos hechos que lo hacen tan especial:

*Es considerado un metal noble debido a su bajísima reactividad: Es inalterable por el aire, el calor, la humedad y la mayoría de los agentes químicos, aunque se disuelve en mezclas que contienen cloruros, bromuros o yoduro. Es por esto también que lo podemos encontrar en estado libre en la naturaleza.

*El oro puro es el más maleable y dúctil de todos los metales: pueden obtenerse láminas de 0,000013 cm de espesor y con 29 g de él se puede hacer un cable 100 Km de longitud. (!!)

*Es un elemento que se forma gracias a las condiciones extremas en el núcleo colapsante de las supernovas: los encuentros entre estrellas de neutrones son muy raros, pero cuando ocurren y chocan, generan una gran explosión de rayos gamma, los cuales no solo destruyen todo lo que se encuentren a su paso, sino que también siembran metales pesados en sus vecindarios cósmicos, enriqueciendo así la materia de la que están hechos los planetas y la vida misma.

Así que cuando veas una prenda de oro, piensa que estas viendo algo que surgió de un muy inusual y cataclísmico evento que se dio hace millones años, un verdadero un tesoro cósmico…

*No es ilimitado, pero sí reciclable: se sabe que todo el oro que ha sido extraído en la historia sigue existiendo, porque siempre se ha reciclado, añadiendo esto un encanto adicional: por ejemplo, ese anillo de oro que tienes puede que contenga oro de épocas como la de los romanos, por mencionar alguna.

Sin embargo, hoy en día aproximadamente un 12% de la producción mundial, se destina a la fabricación de componentes electrónicos, siendo tan pequeñas las cantidades de oro en cada uno de ellos, que reciclarlo no resulta económicamente viable. Así que se podría decir que hemos empezado a gastar ese oro que antes solo reciclábamos… Dicho esto, cabe preguntarse: ¿Cuánto nos durará? ¿Lo llegaremos a agotar? Veremos…

*Por último, tenemos sus propiedades curativas, y vemos como es usado en variados tratamientos medicinales: fármacos para tratar la artritis, marcapasos y stents, las obvias restauraciones dentales,  implantes donde existe un alto grado de infección (debido a su alta resistencia a la colonización de bacterias)… Se tienen además sales de oro usadas como inhibidores de moléculas que provocan inflamaciones como la de la artritis; y complejos de oro y fosfinas usados como agentes antitumorales.

Incienso o Frankinsencia:

Gaspar entregó este obsequio como símbolo de Divinidad, ya que en aquellos tiempos, se le rendía culto a las divinidades en los altares quemando incienso. La frankinsencia, que proviene del francés antiguo «francencens», que significa «incienso puro«, es una resina obtenida a partir de árboles del género Boswellia.  Este árbol crece únicamente en una estrecha región entre el Cuerno de África e India y en partes del sur de China, siendo Omán el que produce el olíbano más fino y caro del mundo. Hoy en día, esa zona forma parte de lo que se conoce como la Tierra del Olíbano, sitio declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Era llamado por los antiguos egipcios el «sudor de los dioses» y valía para todo: Considerado la aspirina, la penicilina y el Viagra en su época, se usaba para tratar desde hemorroides hasta dolores menstruales y melanoma (cáncer de piel). (!!) Hay muchos registros de esto, siendo uno de ellos el Papiro Ebers, el documento con información médica más importante del antiguo Egipto, el cual menciona el olíbano como tratamiento para el asma, el sangrado, las infecciones de garganta y los vómitos, siendo usado también como perfume, repelente de insectos y para enmascarar el olor a podrido al embalsamar los cuerpos, encontrándose, como prueba de ello, ungüento de olíbano en la tumba del rey Tutankamón, cuando esta se abrió en 1922.

En cuanto a su química, tenemos lo siguiente:

*Los compuestos que proporcionan el aroma del incienso son el acetato de octilo,  octanol, acetato de incensol y diversos terpenos o isoprenoides.

*Esta formado por ácidos boswélicos, los cuales no contribuyen al olor por ser muy pesados, pero de los cuales se dice que tienen propiedades antiinflamatorias en una variedad de enfermedades, como la artritis reumatoide, la osteoartritis, entre otras.

Mirra:

Fue Melchor quién entregó este regalo (cuyo nombre significa amargo en árabe) como símbolo de que Jesús era un mortal como nosotros, y para que llegado el momento de su deceso, su madre pudiera ungir su cuerpo sin vida.

La mirra al igual que el incienso, es una resina, pero que se obtiene de los árboles del género “Commiphora”, lo cual le da una coloración entre rojo y marrón.

En cuanto a su química, tenemos lo siguiente:

*Su aroma a madera dulce es en gran parte debido a la presencia de un número de compuestos de la familia “furanosesquiterpenes” específicamente el furanoeudesma-1,3-dieno.

*Ha sido considerado como producto curativo debido a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, usado en medicina tradicional china para curar heridas y aliviar la inflamación, como componente de pastas de dientes y enjuagues bucales por sus propiedades antisépticas, y en la industria cosmética debido a sus propiedades “antienvejecimiento”.

*Los antiguos egipcios lo usaban también para embalsamar a sus muertos y más recientemente tenemos el caso de un fármaco producido también en Egipto, (Mirazid), presentado como una «cura milagrosa» para la esquistosomiasis (una enfermedad parasitaria típica de países en desarrollo), el cual desafortunadamente, ha sido descalificado por numerosos estudios científicos.

*Herbolarios modernos continúan comercializando la mirra para sus usos tradicionales relacionados con la boca. Sin embargo, no hay evidencia científica significativa de que proporcione algún beneficio en este sentido.

Y… hasta aquí este recorrido por el mundo de estos tesoros ancestrales. Para cerrar les dejo este enlace para que regalen carbón como castigo a quien se haya portado mal este 2020 (jajaja) y, por supuesto, mis mejores deseos para este 2021 que empieza, y así suene cursi, en vez de oro, incienso y mirra, espero que este año les traiga mucha salud, paz y amor.

Como siempre, decirles también que gracias por leerme, mucho ánimo y… ¡hasta la próxima!