tBHQ, siempre en el ojo del huracán…

«Comer es una necesidad, pero comer de forma inteligente es un arte.»- François de La Rochefoucauld.

Una de las cosas positivas que nos esta dejando esta bendita pandemia es la cantidad de estudios que se han hecho y se siguen haciendo para conocer mejor nuestro sistema inmune. Uno de los más recientes que hemos leído y que ha inspirado esta publicación, relaciona los típicos aditivos artificiales que se añaden a los alimentos procesados con cómo éstos afectan negativamente nuestras defensas.

Un par de «simpáticas» imágenes que podemos encontrar en la red cuando buscamos información acerca de este aditivo…

De todos los aditivos en estudio, existe uno que ha estado y sigue estando bajo la lupa, uno que siempre ha sido lo suficientemente controversial como para ser el protagonista de hoy: el tBHQ, el cual se podría decir es un poco parte del lado oscuro de la química.

La TerButilhidroquinona o tBHQ (cuya nomenclatura es E-319), tan polémica como popular, es usada en gran variedad de productos como estabilizador químico, antioxidante en alimentos, cosméticos, barnices, perfumes, grasas, aceites y hasta en insecticidas.

En cuando a los alimentos, se tiene que este aditivo esta presente en alrededor de “apenas” 1250 comidas procesadas, incluyendo las palomitas de microondas (a las cuales ya les dedicamos post), barras de chocolate, esas famosas pizzas congeladas que siempre nos sacan de apuros cuando queremos “matar el hambre” rápido y sin tener que cocinar, y hasta la podíamos encontrar en los famosos McNuggets de MacDonalds, empresa que por cierto decidió hace unos años retirarlo de tan popular “alimento” ¿Por algo habrá sido no?

16831981_1457752770926096_1852194487860501730_n

La tan ignorada pero muy importante etiqueta con la información nutricional… ¿eres de los que la lees?

La polémica.

El Environmental Working Group (EWG), una organización sin fines de lucro que se especializa en investigar acerca de contaminantes, sustancias tóxicas y la responsabilidad que tienen los fabricantes de éstas, lo clasifica como solo un «3», o como un aditivo no extremadamente seguro, poniendo muy en duda sus efectos sobre nuestra salud. Por su parte, la FDA (Food and Drug Administration) desde hace décadas lo considera seguro y hasta la Unión Europea y muchos otros países lo consideran legal. Es por esto que no es extraño encontrarlo en tantísimos alimentos, a pesar de que cada día hay más indicios de su toxicidad.

Pero el tBHQ no es el único sospechoso, hay que decir que éste al igual que otros aditivos sintéticos legales nunca han sido estudiados de manera exhaustiva en personas, y que los límites considerados seguros han sido determinados principalmente en ensayos en animales y a corto plazo.

Una pequeña carta de presentación del tBHQ

Las cifras.

➡️ Según la FDA, la ingesta diaria aceptable es de 0,7 mg / kg / día. ¿Quieren saber cuánto es esto? Simple, multipliquen su peso en kgs por 0,7 y esto les dará la cantidad que pueden consumir de tBHQ al día sin que esto afecte su salud.

➡️ El límite establecido por la FDA para la inmensa mayoría de alimentos procesados está en 0,02%. Eso significa que un producto alimenticio no puede tener más de 200 ppm , partes por millón, ó 200mg/Kg.

➡️ En productos de pescado congelado, tBHQ puede estar presente en cantidades tan altas como 1000 mg / kg, 5 veces más que en otros productos.

➡️ Debido al tipo de alimento en los que se suelen encontrar, se tiene que mientras más grasas no saludables se consuman, más tBHQ se ingiere.

“Huele a peligro”…

En cuanto a los motivos por los cuales este aditivo puede ser peligroso tenemos:

⚠️ (El más sonado de todos) Podría ser cancerígeno: y eso que es un antioxidante, algo ciertamente paradójico, pero que tiene explicación. El tBHQ interactúa también de una forma que podría propiciar la reproducción descontrolada de células… Sin embargo, otros estudios indican lo contrario, que podría más bien inhibir o ralentizar el crecimiento de células cancerosas. Ante estudios con resultados tan distintos, pues la polémica queda servida, y da motivos de sobra para seguir investigando.

⚠️ (El que avalan estudios muy recientes) Daño al sistema inmune: Estudios indican que el tBHQ inhibe y empeora algunas de las respuestas inmunes que ayudan a tu cuerpo a combatir enfermedades, como, por ejemplo, una simple gripe.

aditivo-alimentario-gripe-kYQD--1200x630@abc

Una alimentación sana, es pieza clave en la prevención de enfermedades, hasta de esas de las que parece que no nos libramos..

Otra daños menos comentados incluyen:

⚠️ Síntomas de origen neurológico: se han registrado casos que incluyen trastornos de la visión, convulsiones y parálisis medular.

⚠️ Daño de la estructura de los glóbulos rojos, aunque aún no están claros efectos a largo plazo, así como también daños a otras membranas celulares.

⚠️ Alergias: uno de los peligros descubiertos más recientemente es su potencial para inducir o empeorar las alergias alimentarias. Los efectos dañinos en la inmunidad podrían llevar a promover nuevas alergias.

⚠️  Posible dermatitis al usar cosméticos que contienen este aditivo.

IMG_6296

De nuevo la importancia de leer las etiquetas de los productos, sobre todo los ultra procesados.

No se asusten, que no todo es tan malo…

Pese a lo sombrío de todo lo que les hemos contado hasta ahora, está también lo siguiente:

✅ A pesar de que el tBHQ es poco soluble en agua, esto es suficiente como para poder desecharla, eso sí, no de la noche a la mañana…

✅ Existen sustitutos naturales tales como los extractos de: té verde, aceite de sésamo, oliva, girasol, romero, etc.

✅ Si quieren reparar el daño que le pueden haber causado a su organismo hasta ahora, con ir dejando de lado los alimentos procesados  y optar por productos orgánicos, lo tendrían prácticamente hecho. Eso sí, y de nuevo, esto sería un proceso de desintoxicación que llevaría su tiempo, sobre todo dependiendo de cuánta comida procesada hayan consumido a lo largo de su vida.

istockphoto-1139897698-1024x1024

La comida orgánica, sin aditivos, un nicho de mercado en constante crecimiento.

Y con esta información algo más tranquilizadora concluimos este (aún algo incierto) recorrido por parte del lado oscuro de la química. Ciertamente, existen estudios y datos que dejan mucho que pensar, pero en el fondo no representan algo nuevo, ya que no hacen más que resaltar la ya archiconocida importancia de una alimentación sana y de evitar esa tan demonizada (y con razón) comida “chatarra”.

Finalmente, esperamos que esta publicación sea de utilidad, y como siempre, muchas gracias por estar allí, mucho ánimo, buena salud y… ¡Hasta la próxima!

Deja un comentario