“Nada se pierde, todo se transforma”- Antoine Lavoisier.
Para nadie es un secreto que la química siempre ha sido una especie de arma de doble filo: capaz de mejorar la vida humana, pero también responsable de procesos altamente contaminantes. Lo que en otros tiempos fue símbolo de progreso, hoy nos recuerda que es necesario replantear la forma en la que producimos y utilizamos la energía.
En este escenario surge el e-metanol, una de las propuestas más llamativas al sol de hoy, y que exploramos un poco a continuación.








