“La ciencia es la poesía de la realidad.” – Richard Dawkins.
No cabe duda que el Año Nuevo se vive como un ritual colectivo: celebraciones, brindis, luces, comilonas, emociones intensas y un ambiente cargado de simbolismo. Pero detrás de lo que experimentamos y sentimos hay una serie de procesos químicos que explican por qué la noche del 31 de Diciembre es tan especial… y por qué el 1 de Enero suele sentirse tan pesado.
Sin más preámbulos, a continuación te cuento qué ocurre realmente en tu cuerpo y en el ambiente cuando despedimos un año y damos la bienvenida al siguiente. Sigue leyendo
