Houdini, el gran mago y escapista que sabía desaparecer y hacer desaparecer hasta elefantes ante la mirada atónita de millones. Este peculiar personaje fue el que me vino a la mente a la hora de escribir este nuevo post, que tendrá como protagonistas a unos futuros grandes aliados del medio ambiente: los (bautizados por mí como) envases «mágicos».
¿Se imaginan esta magia para desaparecer aplicada a los envases de nuestros alimentos? ¿Sería posible que al terminar de consumir un producto no tengamos que desechar su envase ya que éste al mejor estilo Houdini, simplemente «desaparecería»?
