Una de las mayores causas de retirada de producto es la presencia de sustancias no declaradas. Sobre el tema ya se pronunció el año pasado la FoodDrinkEurope, elaborando una guía de buenas prácticas para la industria y unos principios generales para manipular los alimentos pre-envasados, a fin de asegurar en los procesos de fabricación su ausencia.
El tema es definitivamente muy serio: No solo se trata –como piensan algunos- de un simple tema de etiquetado, sino que estan en juego enormes costes económicos para la industria y, lo más grave, el potencial riesgo para la salud.
Por citar solo unos datos. Según el último informe anual del RASFF (Rapid Alert System for Food and Feed) en el año 2012 hubo 547 alertas en alimentos, de las cuales un 13% se clasificaron como tales debido a que el alimento contenía alérgenos (proteínas o glicoproteínas que estan presentes de manera natural en los alimentos y que causan alergias) no declarados en la etiqueta.
Y si nos vamos a los datos más recientes de la USDA (United States Department of Agriculture), de las 135 retiradas de alimentos que se han producido en el primer trimestre de 2014, un 43% se deben a alérgenos no declarados. Los datos son similares a los de todo el año 2013, en donde de las 994 retiradas de productos alimenticios, el 40,5% procedían de la identificación de alérgenos no declarados en estos alimentos.
Al día de hoy, la seguridad alimentaria esta cada vez más enfocada en satisfacer la demanda de productos sin alérgenos. Solo en los últimos cinco años se ha duplicado el lanzamiento mundial de este tipo de productos (según informe 2012 GNPD, Mintel).
También, ha aumentado el control de medidas de higiene en industrias, previéndose además un aumento de técnicas y tecnologías instrumentales que permitan la detección rápida de alérgenos en alimentos y un endurecimiento de la legislación que aplica al etiquetado. La tendencia es hacia una información cada día más completa y transparente para el consumidor, lo cual supondrá cambios no sólo en la producción, sino también en la gestión y comercialización de productos alimentarios.
Pero más allá de alérgenos no declarados, también se pueden encontrar otras sustancias y hasta materiales extraños perjudiciales para nuestra salud, y que por supuesto al ser producto de un accidente, no están declarados en la etiqueta. A continuación una lista de algunas de las retiradas de productos más escandalosas y recientes provocadas por ingredientes no invitados…
*Retirada de aceite de oliva español adulterado en Taiwan.
Según resultados preliminares de los análisis del aceite de oliva, de origen español, procesado por Chang Chi y vendido como «100% puro», el producto final es una mezcla que contiene otros aceites más baratos y clorofilina, un aditivo que intensifica su color verde.
*Retirada de 7 mil kilos de filetes fritos por presencia de fragmentos de plástico.
Advance Pierre Foods en EEUU retiró cerca de 7.000 kilos de filetes fritos precocinados por la posibilidad de que contuvieran materiales extraños –piezas de plástico, según anuncio el Department of Agriculture’s Food Safety and Inspection Service (FSIS). Fue la propia cadena de distribución quien alertó a la FSIS después de recibir dos quejas de consumidores que se dañaron la boca mientras comían el producto. El problema venía de una pieza de algún recipiente de plástico que se coló en el proceso de producción y después se rompió en pedazos más pequeños.
*Retirada de lasañas que contenían 100% carne de caballo. (no declarada por supuesto)
La carne de caballo fue un tema recurrente en 2013. Iniciado con el hallazgo en hamburguesas en Irlanda y en España; Reino Unido y en concreto la marca de alimentación Findus comunicó la retirada voluntaria de su lasaña de ternera al detectar que la carne que contienen realmente es 100% carne de caballos. La Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA) pidió a todas las empresas alimentarias que procesan carne que hagan las verificaciones pertinentes.
*Retirada de lotes de pizza por presencia de fragmentos de metal en EEUU.
Annie’s Inc. procedió a retirar voluntariamente siete variedades de su marca de pizza congelada Homegrown Frozen Pizza debido al riesgo de que algunos fragmentos de metal se hubieran filtrado accidentalmente en la masa del producto.
El retiro se puso en marcha después de descubrir un fallo en una malla metálica de un molino de harina de un proveedor. Debido a este fallo se encontraron fragmentos de la malla metálica en la harina y en la masa de la pizza. Los fragmentos de la malla metálica eran demasiado pequeños para ser detectados por los programas de control y podrían haberse colado en el producto final.
Annie’s Inc. comentó que el retiro se puso en marcha por precaución porque ni se han encontrado fragmentos de metal en las pizzas ni se han recibido quejas de consumidores o reportes sobre lesiones o enfermedades asociadas al consumo de éstos. (¡Menos mal! ¿Se imaginan?)
*Nestlé retira sus ravioli mezzaluna por posible presencia de fragmentos de cristal.
Nestlé Prepared Foods Company retiró algunos lotes de sus ravioli mezzaluna después de que al menos tres consumidores informaran de la presencia de pequeños fragmentos de cristal en sus raciones, según informó Nestlé EEUU en un comunicado de prensa. Los códigos de producción de los productos afectados: 2311587812 y 2312587812, se limitaron a estos dos lotes. No se reportaron consumidores afectados.
*Brasil retira lote de palomitas de maíz y Serbia varias marcas de leche, por exceso de aflatoxina.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil ordenó la retirada del mercado del lote 123 de palomitas de maíz de la marca Picoca Nacional, en el que fue detectado cantidades elevadas de aflatoxina que en cantidades elevadas puede resultar tóxica. Por otra parte, las autoridades serbias ordenaron retirar varias marcas de leche de los mercados por temor a que estuvieran de la misma manera contaminadas con altos niveles de aflatoxinas. La aflatoxina es una sustancia producida por un hongo que, en grandes concentraciones, puede tener efectos cancerígenos.
*Fonterra anuncio retirada mundial de lácteos por riesgo de botulismo: Coca-Cola y Danone implicadas.

Fonterra es la cuarta compañía láctea más grande del mundo, con ingresos anuales de cerca de US$ 16.000 millones.
La empresa neozelandesa Fonterra anunció que 1.000 toneladas de fórmula láctea infantil, bebidas deportivas y otros productos que se vendieron en algunos países como Australia, Tailandia, Malasia, Vietnam, China y Arabia Saudita; podrían estar contaminadas luego de que pruebas realizadas al concentrado de proteína de lactosuero detectaron bacterias que podrían causar botulismo. Fonterra dijo que parte de su proteína potencialmente contaminada fue comprada por Coca-Cola China y por la compañía australiana Vitaco, pero que sus procesos de manufactura, que incluyen tratamiento a alta temperatura, hacen que sus productos no representen un riesgo.
Danone Dumex (Malasia) anunció el retiro de precaución de lotes específicos de cuatro fórmulas infantiles. «Ninguno de los productos probados y vendidos en Malasia indican cualquier tipo de contaminación», dijo Danone Dumex. Aún así, se decidió por el retiro de precaución y advirtió a los consumidores a no utilizar productos con números de lote específicos. Por su parte, Nutricia New Zealand Ltd, filial de Danone con sede en París y Dumex Baby Food Co., la filial china de Danone, también emprendieron un retiro preventivo de los productos afectados por esta proteína.
Como ven, hay fallos que van más allá del etiquetado… ¿Qué caso les ha escandalizado más? ¿Conocen algún otro que no aparezca en la lista? Yo por mi parte, seguiré leyendo las etiquetas y confiando en ellas, ya que estos casos de metal, plástico, toxinas y colorantes, afortunadamente son una rara excepción… Y en cuanto a los alérgenos, menos mal que no sufro de ninguna alergia (que yo sepa)… Igual, gracias a la maravillosa seguridad alimentaria por cuidar de nuestra comida! 😉







