“La vida está compuesta de luces y sombras, fingir que no hay sombras sería falso.” – Walt Disney.

Todos hemos escuchado la famosa palabra détox, y junto a ella ciertos nombres que son garantía de “limpiar, depurar”, estar en forma, y como no, estar «healthy». También están esos alimentos que por más que sea cierto que son saludables, tienen digamos, sus reglas.

A continuación les contaremos un poco acerca de alimentos, bebidas y suplementos muy populares, pero que, como veremos ni son milagrosos, ni podemos abusar de ellos por ser naturales.

Alimentos y suplementos:

*La Seta Shiitake:

Este muy popular hongo de origen asiático es conocido por tener innumerables beneficios para la salud, entre ellos su alto contenido de vitamina D, su capacidad para mejorar la piel, la digestión y hasta el tener propiedades anti cancerígenas.

Todo muy bien, es cierto, pero (los benditos «peros» dirían muchos), hay que tener también cuidado si pensamos ingerirlo crudo o poco cocinado, ya que el lentinan (cuya estructura química se muestra arriba) que contiene este hongo NO se inactiva (como ocurriría al cocinarlo) pudiendo en muchos casos causar dermatitis. De hecho, países como Francia han notificado un número creciente de casos de la llamada dermatitis flagelada que da lugar a unos muy característicos arañazos (no quisimos poner foto de esto, como comprenderán), y que debe ser tratada con corticoides y/o antihistamínicos, pudiendo además durar entre 3  días y 3 semanas. Así que antes de consumir este hongo o algún suplemento que lo contenga, sería ideal verificar si eres o no alérgico, y si existe otra alguna contraindicación.

*Algas:

Otro súper alimento, también popularizado por el continente asiático, que tiene innumerables propiedades beneficiosas pero también un muy alto contenido de yodo que “los occidentales” no estamos acostumbrados a ingerir.

También, y esto vas más allá de qué tan adaptado está el organismo, pueden contener metales pesados como el arsénico, y suelen además arrastrar los problemas del medio en el que están, por lo que pueden ser portadoras de contaminantes químicos o microbiológicos. De hecho, y muy recientemente, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) advirtió acerca de la presencia de este metal en la variedad HIZIKI, vendida en España y muy usada como ingrediente en «sopas, ensaladas y platos preparados a base de verduras y muy popular en restaurantes japoneses o coreanos como aperitivo o entrante».

Así que, de nuevo, es vital saber la procedencia de las mismas, tratar de informarse un poco al menos, lo mismo si son parte de un suplemento que queremos tomar o si son parte de algún platillo.

*Aloe Vera:

Sí, la archiconocida sábila, un remedio ancestral, muy usado y querido, puede volverse en nuestra contra si abusamos de él. La aloína, la cual favorece la función intestinal, puede resultar tóxica a partir de ciertas dosis que aún se investigan.

El riesgo aumenta cuando se consume cruda o en forma de aloe en polvo. En el primer caso,  la aloína se encuentra justo debajo de las hojas, y ésta puede colarse cuando se prepara una ensalada o smoothie… En el segundo, el polvo se suele elaborar con la planta entera, aloína incluida. Ojo que no decimos que no consuman suplementos con aloe vera, nada más alejado de la realidad. Pero sí, lo que siempre les decimos, o casi predicamos, que verifiquen la etiqueta y vean que detalles da acerca de la elaboración del producto.

Cabe destacar el papel que desempeña muchas veces el marketing, con el que hay que tener especial cuidado, y aquí de nuevo caemos en el tema de las etiquetas, ya que si se fijan en ellas, muchos productos vendidos bajo la denominación de “saludables” (o que nosotros percibimos como saludables y hasta “ligeros»),  por tener aloe vera (o cualquier otro componente con muy buena fama), tienen más azúcar que otra cosa o no contienen lo que dicen. Aquí les mostramos un par de ejemplos, de los tantísimos que hay.

*Suplementos a base de té verde:

Una maravilla de té, pero, cuando se trata de suplementos, de nuevo, hay que tener cuidado con las dosis.

El té verde tiene «una serie de compuestos activos, entre ellos las catequinas, donde destacan la epicatequina (CE), catequina epigalato (EGC), galato de epicatequina (ECG) y galato de epigalocatequina (EGCG)», siendo esta última  objeto de estudio. Por otra parte, se sabe que el consumo de EGCG en tés se encuentra en un rango entre los 90-300 mg día, pudiendo llegar a 866 mg, mientras que en los suplementos a partir de extractos se pueden ingerir hasta 1000 mg EGCG/día.

Una dosis habitual de unos 300mg no representa ningún peligro, en cambio, se han identificado que a partir de 800 mg de EGCG/día se observa un incremento de las transaminasas séricas, las cuales están asociadas a daños hepáticos.

De todas maneras, lo anterior está en duda, ya que aún no se logra establecer qué dosis de EGCG es segura en complementos a partir de extractos de té verde.

Bebidas:

Combinando un poco algo de lo anterior tenemos a los queridísimos y muy deliciosos, smoothies, en especial, los de hojas verdes, de los cuales preocupa sobre todo su contenido de ácido oxálico (oxalatos), una sustancia tóxica naturalmente presente en verduras como la espinaca y la acelga.

La EFSA (European Food Safety Authority) señala que un consumo diario por encima de 180mg aumenta el riesgo de que se formen cálculos renales y además se asocia con entorpecer la absorción de minerales que nuestro organismo necesita, tales como el calcio, potasio y el hierro. ¿Cuántos smoothies me puedo tomar para no sobrepasar esta cantidad? Pues con uno de unos 250ml ya tendrías más que suficiente “dosis” de oxalatos. Si se quieren aprovechar las ventajas de estas verduras, la mejor opción es hervirlas, ya que al hacerlo se reducen los niveles de este ácido entre un 30% y un casi 90%.

Otro factor a tener en cuenta son los nitratos, ya que las verduras de hojas verdes las poseen en concentraciones muy altas, más que otras verduras. Los nitratos de por sí no son tóxicos, pero al pasar por el aparato digestivo, parte de éstos se convierten en nitritos los cuales sí lo son. Un caso de lo que puede llegar a ocurrir con la alta ingesta de nitratos es el llamado “síndrome del bebé azul”, el cual ocurre cuando los nitritos llegan al torrente sanguíneo y se combinan con la hemoglobina, dando lugar a la metahemoglobina la cual es incapaz de fijar el oxígeno y liberarlo a los tejidos, lo que da lugar, entre otros síntomas, al color azulado en la piel (cianosis) que da nombre a este síndrome. De hecho, se sabe que un plato de puré de verduras donde la mitad sean espinacas o acelgas ya representa un riesgo de intoxicación alto.

Por último, en cuanto a nuestros amigos de hojas verdes tenemos la posibilidad de que las verduras usadas para hacer las bebidas no hayan pasado por ningún tratamiento para hacerlas libres de virus o bacterias.

Y… hasta aquí este recorrido por el lado oscuro de “lo saludable”. OJO que la intención de este post no es demonizar estos alimentos, faltaría más. Sólo queremos recalcar la importancia de la palabra -moderación-, y lo vital que es el estar informados acerca de la procedencia de los alimentos que consumimos, estar conscientes de que podemos ser alérgicos a alguno de ellos (el que sean alimentos extraordinarios no nos libra de una alergia, por desgracia) y por supuesto, (y recordando la cita de Paracelso “Nada es veneno, todo es veneno”) las cantidades que ingerimos.

Esperamos que les haya gustado el post de hoy y que les sea útil. Como siempre, gracias por estar ahí, manténganse sanos, positivos e informados, cuidado con las alergias y las cantidades, no lo olviden y… ¡hasta la próxima!