La química del fuego: ¿es sólo crisis climática?  

«En la naturaleza nada existe solo» – Rachel Carson.

Este verano, el fuego vuelve a marcar la actualidad en gran parte de Europa, en especial, España. Para entender qué ocurre, hoy exploramos la química del fuego, el contexto europeo y, por qué España es el país más golpeado.

«Highway to Hell», autopista al infierno: coches circulando por la A-52 en Ourense, Galicia.

Abordaremos polémicas como la de los olivos que se retiran para instalar paneles solares, lo peligroso que pueden llegar a ser y, como no, la llamada “farsa del calentamiento global” como principal “culpable” de que todo este en llamas. Por último, honramos a quienes perdieron la vida en estos lamentables acontecimientos. Empezamos…

Europa en llamas y porqué España esta peor…

Europa atraviesa una de las temporadas más duras en los últimos años: desde Enero se han quemado más de 450 mil hectáreas y los grandes focos se han multiplicado en el mediterráneo y los Balcanes, según UNDRR, organismo de Naciones Unidas dedicado a la coordinación de la reducción del riesgo de desastres.

Por países:

*Francia vivió el gran incendio del Aude con más de 16 mil hectáreas arrasadas en dos días. Las autoridades confirmaron la magnitud del episodio: el mayor desde 1949.

*Grecia encadenó evacuaciones cerca de Patras y Ática.

*Portugal registró la mayor superficie quemada de la UE en 2024, con casi 45 mil hectáreas de terreno destruido. Aunque la temporada de incendios aún no termina, la superficie quemada este 2025 ya es tres veces superior (apróx. 135 mil ha) a la del mismo período en 2024.

*¿Y España? Pues, por superficie, es el país más afectado este 2025, ya que hasta la fecha se estiman, atención, casi 383 mil hectáreas calcinadas, con miles de evacuados y transporte interrumpido. Además, la primera quincena de Agosto dejó emisiones de humo en su nivel más alto en 23 años según el Servicio de Vigilancia Atmosférica del programa Europeo Copernicus, señal de fuegos muy intensos y mucha biomasa quemada en muy pocos días.

Mapa interactivo de la NASA en tiempo real de los incendios activos en España. Los focos están en Galicia, Castilla y León y Extremadura, aunque se suman decenas de fuegos activos de menor intensidad en todo el país.

¿Qué ocurre químicamente cuando arde el monte?

Un incendio es una reacción de combustión que se sostiene si coinciden calor, combustible y oxígeno. Antes de arder, la biomasa sufre pirolisis: el calor descompone celulosa, hemicelulosa y lignina, liberando vapores combustibles.

En el Mediterráneo, resinas y terpenos (pinos, eucaliptos) bajan el umbral de ignición, es decir, es más fácil que se origine un incendio. La pendiente y el viento, aceleran la propagación del fuego al potenciar la reacción en cadena de radicales libres y la transferencia de calor. La pendiente favorece el desplazamiento del calor hacia arriba, precalentando el combustible y facilitando la ignición, mientras que el viento aporta más oxígeno y desplaza la llama, acelerando la combustión.

El tetraedro del fuego es un modelo que describe los cuatro elementos necesarios para que se inicie y mantenga un incendio.

Las polémicas.

  1. ¿Se están arrancando olivos para poner placas solares?

Se podría decir que sí: en Jaén existen proyectos fotovoltaicos con expropiaciones y retirada de olivos, de hecho, la plataforma ciudadana SOS rural y la asociación Ecología y Libertad han anunciado este pasado mes de Julio «el inicio de una macrocausa judicial a nivel nacional” contra la implantación de parques solares fotovoltaicos en suelos agrícolas de alta productividad. La iniciativa, calificada como “pionera” por sus impulsores, tiene como objetivo detener lo que consideran un “despliegue especulativo y desordenado” de energías renovables en tierras cultivables, esenciales para la soberanía alimentaria y el equilibrio territorial.

  1. ¿Se quema el monte para recalificar?

La ley de montes (art. 50) prohíbe cambiar el uso forestal durante 30 años en un terreno incendiado, con excepciones muy específicas: “razones imperiosas de interés público de primer orden” aprobadas por ley, siempre que “se adopten las medidas compensatorias necesarias que permitan recuperar una superficie forestal equivalente a la quemada».  Además, si esas «razones imperiosas de interés público» corresponden al interés general de la nación, la norma deberá aprobarse en el ámbito estatal.

En conclusión, hay un marco legal que desincentiva esta nefasta práctica, la duda estaría en dado caso en cómo se determinarían esas “razones imperiosas de interés público”…

  1. ¿Las placas solares causan incendios?

Sí, las placas solares pueden causar incendios si no se instalan, mantienen o diseñan correctamente. Las instalaciones fotovoltaicas aunque son una fuente de energía limpia, implican sistemas eléctricos que deben ser seguros para evitar fallos: conexiones defectuosas, componentes en mal estado o sobrecalentamiento pueden generar chispas o cortocircuitos, incrementando el riesgo de incendios.

Las placas solares y sus mandamientos anti incendios.

  1. “El cambio climático es el único culpable”

La relación entre cambio climático y los incendios forestales es compleja, pero un amplio sector del mundo científico indica que este cambio impulsado por emisiones de gases de efecto invernadero aumenta el riesgo y severidad de los incendios. Si bien la mayor parte de los incendios son provocados y muy pocos se dan por causas naturales, las temperaturas más cálidas y las sequías prolongadas crean condiciones propicias para que los incendios se propaguen más rápido y se vuelvan más intensos.

Por otra parte, hay que considerar que la tierra experimenta ciclos glaciales e interglaciales (ciclos de Milankovitch) debido a variaciones de la órbita terrestre y la inclinación de eje. La glaciación es un fenómeno natural de enfriamiento global que ha ocurrido cíclicamente a lo largo de la historia, alternándose con períodos interglaciales más cálidos.

Ciclos de Milankovitch, en esta muy interesante infografía se explica de manera breve y clara, como puede influir la variación de la órbita y eje terrestre en la distribución de las temperatura del planeta. Vía «conociendo las ciencias de la tierra.»

Sin embargo, se sabe que desde la revolución industrial, la temperatura media global ha aumentado aproximadamente 1 ºC , un aumento que parece pequeño pero que es suficiente para afectar significativamente los ecosistemas.

Tomando en cuenta lo anterior, es notorio que no es suficiente este cambio en el clima para afirmar que es el principal culpable de la situación en España. En esta desgracia que son los incendios, es un factor CLAVE aquella persona que «por lo que sea» decide que es una «excelente idea» prender fuego a un monte. Luego el clima hace el resto, un «resto» que no existiría sin esa, y nunca mejor dicho, chispa inicial.

Las consecuencias y otros “factores”.

Más allá de la polémica, esta también una cruda verdad: los incendios que arrasan España tienen consecuencias que se extenderán por décadas. Un bosque mediterráneo tarda entre 20 y 100 años en recuperarse por completo, y en zonas más áridas, la regeneración es casi imposible sin intervención. A esto se suma el humo, que no es solo una molestia pasajera: la ciencia confirma que el aire cargado de partículas finas de los incendios es más dañino de lo que se pensaba. El humo arrastra PM2,5 (partículas ultrafinas de 2,5 micras, aproximadamente 1/30 del grosor de un cabello humano) y carbono negro, que afectan los pulmones y el corazón, pudiendo además viajar cientos de kilómetros.

Así de pequeñas son estas partículas.

Aquí, además, otro dato muy preocupante: España afronta esta crisis con menos recursos que sus vecinos. Mientras que Grecia destinó más de 800 millones de euros y Portugal más de 600 a la prevención y lucha contra incendios, España invirtió poco más de 220 millones. Esta diferencia se traduce en equipos agotados, materiales obsoletos y menos capacidad de reacción: sin inversión suficiente en prevención y medición y medios, se seguirá pagando un altísimo precio en vidas, salud y paisajes perdidos.

Más allá de prevención y gestión, se hace urgente, también, el endurecer sanciones contra quienes provocan incendios. La inmensa mayoría tiene origen humano y las consecuencias son tan graves que deberían traducirse en penas más severas y ejemplares. No se trata solo de castigar, sino de disuadir: quien prenda fuego a un monte de forma vil e irresponsable debe saber que arriesga su libertad y su patrimonio, porque pone en peligro vidas humanas, vidas animales y un entorno que tardará generaciones en recuperarse.

Un pequeño homenaje.

Este verano, además de miles de evacuados, en España se han confirmado varias víctimas fatales. Mircea Spiridon (50), vecino de Tres Cantos (Madrid) que murió intentando salvar a un amigo y a los caballos de una hípica, los voluntarios Abel Ramos (35) y Jaime Aparicio (37) en los incendios en León y un brigadista que murió al volcar una autobomba, también en León. Y por supuesto, los animales. Esos que siempre son los grandes olvidados, inocentes víctimas de las barbaridades que la raza humana es capaz de cometer.

Noticias que rompen el corazón.

Para cerrar, honremos a los héroes, profesionales, voluntarios, vecinos y a esta nuestra única nave espacial, con hechos: prevención seria y una gestión ética, lógica y eficiente. Y es que la química del fuego no entiende de ideologías, ni dimes y diretes, sino de HECHOS, los cuales son, sin duda, nuestra total y absoluta responsabilidad.

¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

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