La química de la Luna: cinco curiosidades más allá de mitos y supersticiones.  

«La cosa más hermosa que podemos experimentar es el misterio. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos» – Albert Einstein.

Este cuarto fin de semana de Agosto tuvimos una llamada luna negra, una que representa una luna nueva adicional dentro de la misma estación. Esto es un fenómeno poco común que se da cada 32/33 meses y que me inspiró a dedicar una publicación a explorar la relación entre la luna y el mundo de la química.

Las fases de la luna…

Aunque se suele relacionar a la luna más con algo poético, astrológico o netamente astronómico, lo cierto es que también existe una conexión importante con procesos físicos y químicos, algunos, por cierto, muy entrelazados con nuestra vida cotidiana.

Sin más preámbulos, aquí cinco curiosidades científicas que nos muestran como la luna y la química están más conectadas de lo que se suele pensar.

  1. La luna y el agua: mares y organismos marinos. El efecto gravitacional de la luna sobre la tierra genera las mareas, y con ellas, afecta la química de los océanos. Cuando el nivel del agua sube y baja, se modifican la concentración de sales, oxígeno y nutrientes. Estos cambios influyen en la fotosíntesis de algas, en la disponibilidad de minerales y la reproducción de especies marinas. Un ejemplo fascinante es el de los corales, que sincronizan su desove especialmente con la luna llena, liberando gametos en masa. Este proceso se guía por la luz lunar y por reacciones químicas internas sensibles a los cambios de intensidad lumínica.

Infografía sobre la relación entre los corale sy la luna. Vía Laboratorio Marino Virtual.

  1. La luna y el cuerpo humano: entre hormonas, cirugías, sueño y salud mental. Si bien los humanos no experimentamos mareas internas como los océanos, nuestro organismo, compuesto en un 60-70% de agua, responde a la luna. Un ejemplo es la melatonina, hormona encargada de regular el sueño. Estudios han demostrado como en luna llena su producción se ve afectada, lo que impacta la calidad y duración del descanso.

En psiquiatría también se han explorado estas conexiones: pacientes con transtorno bipolar o esquizofrenia muestran cambios de ánimo y sueño en fases lunares específicas, aunque la evidencia aún no es concluyente.

«La exposición a la luz (natural o artificial) influye en el descanso porque está directamente relacionada con la melatonina, hormona que favorece el sueño y que necesita de oscuridad para segregarse en cantidades suficientes.» Vía Heel España.

También tenemos como desde hace siglos existe la creencia de que las cirugías en luna llena pueden implicar un riesgo de un mayor sangrado (sobre todo en ciertas cirugías cardíacas) y como “el hospital se desborda en noches de luna llena”. A pesar de no existir evidencias concluyentes hasta la fecha, lo cierto es que siguen existiendo observaciones circunstanciales que dejan abierta la puerta a futuras investigaciones.

  1. La luna y la agricultura: de la siembra al vino. Desde tiempos ancestrales los agricultores guían la siembra por la luna, teniéndose como en fase creciente son favorecidos los cultivos de hoja y en menguante los de raíz. La razón está en que la humedad del suelo y el movimiento de líquidos en las plantas, los cuales varían con los ciclos lunares. Hoy esta práctica ancestral de refleja en productos de la industria, como los vinos biodinámicos, elaborados según calendarios lunares que marcan desde la poda hasta la fermentación. Aunque se sigue investigando cómo se da esta influencia, la percepción sensorial de estos vinos ha ganado espacio en el mercado.

Los vinos biodinámicos se elaboran siguiendo el calendario de los ciclos lunares, que se cree afectan la actividad de las plantas y los matices del vino.

  1. La química lunar y los metales en la Tierra. Las rocas traídas de la luna por las misiones Apolo permitieron descubrir que, muy posiblemente, nuestro satélite comparte un origen común con la Tierra. Los análisis químicos revelaron que tanto la corteza terrestre como la lunar tiene isótopos prácticamente idénticos de oxígeno y titanio, lo que respalda la teoría del “Gran Impacto”: hace unos 4.500 millones de años, un cuerpo del tamaño de Marte (llamado Theia) chocó con la Tierra y de esa colisión nació la Luna. Además, se sabe que la Luna actúa como un «escudo» gravitacional y químico: estabiliza la inclinación de la Tierra, manteniendo ciclos climáticos más estables que permitieron la evolución de la vida en la Tierra.

La teoría del Gran Impacto, la más aceptada sobre el origen de la Luna.

  1. La Luna en la industria moderna: cosmética y tendencias. La influencia de la Luna no se limita a lo natural. Hoy en día existen productos cosméticos que se elaboran siguiendo las fases lunares: cremas, aceites o perfumes preparados en distintas fases lunares, bajo la idea de que la energía lunar potencia la extracción química de compuestos activos en plantas. Aunque más simbólica que científica, esta tendencia refleja cómo la Luna sigue inspirando prácticas humanas.

Karicia, marca española que trabaja con las fases lunares.

Y hasta aquí la publicación de hoy. Espero que hayan disfrutado este pequeño recorrido tanto como yo disfruté creándolo. A diferencia del post anterior en el que hablamos sobre el fuego y sus nefastas consecuencias, hoy cerramos con una nota más luminosa. Y es que la luna con toda su química y misterio, no trae destrucción sino inspiración, curiosidad y la certeza de que aún queda mucho por descubrir.

¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

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